La mala suerte nos persigue 
Y es que, desde que en enero entramos Mari y yo a vivir en el piso que tenemos alquilado en Las Palmas hemos ido de un susto a otro y tiro porque me toca. Al principio fue toda la fontanería de la casa incluyendo los bajantes, hace dos semanas fue la nevera la que dijo hasta aquí y hace un rato hemos visto cómo el calentador eléctrico de agua dice su último adiós... Menos mal que hasta ahora Resurrección, la dueña del piso, ha reaccionado bien, y no se ha tomado las cosas a mal. Creo que buscaré a alguien que coloque el termo eléctrico, me da que pagar a un fontanero es una sajada que te cagas para algo tan sencillo... en fin. Ya les contaré mis visicitudes con el termo. Deséenme suerte.

De resto muy bien, hoy hemos llegado de pasar el fin de semana en el sur (en San Agustín) y la verdad es que cuesta pensar que mañana hay que levantarse a las 8 pa levantar España; qué le vamos a hacer: La vida es así :-).

Comentarios 
Lo sentimos. No se permiten nuevos comentarios después de 90 días.